Asociaciones empresariales ausentes

01.02.2017 – CATERNEWS

Ir contra natura es algo que me supera y cuando veo como se organiza nuestra sociedad me producen verdaderos escalofríos, todo indica que es mucho mejor trabajar poco y mal que ser responsable y honesto, el primer supuesto tiene premio. Precisamente en Hostelería siempre nos dicen que somos líderes en bajos sueldos y trabajos temporales.  Se ve que no se han percatado aún que el turismo y el ocio es estacional por definición.

Un juez de Andalucía ha dictado sentencia en igualar la indemnización por finalización de contrato temporal al de los contratos fijos, y creo que no es la primera vez que nos hacemos eco de estas noticias. Es tendencia latente permitir este tipo de actuaciones, llego a pensar que en el fondo existe por parte de la administración una forma encubierta de subir los salarios, en este caso de los temporales casi un 5%, pero lo triste de ello es que únicamente  persiguen  ingresar más en concepto de cotizaciones a la Seguridad Social. Con el consiguiente perjuicio del trabajador responsable que perdura toda su vida laboral en el mismo lugar de trabajo.

Para empezar en España ya tenemos uno de los impuestos al trabajo más altos de la OCDE y de las cuotas sociales más altas.  También es cierto que tenemos un sistema de pensiones generoso, aquí un pensionista medio cobra unos 970 euros al mes, más que en Finlandia (495 euros), Dinamarca (538 con un complemento que incluso así la hace inferior a la española), Irlanda (589) o Reino Unido (587 euros), incluso que Austria (953 euros), Francia (entre 700 y 800 euros), Holanda (900) o Bélgica (878). La media del conjunto de países europeos es 812 euros mensuales. No solo en media, sino en mínima, que superamos también a Austria, Dinamarca, Reino Unido y Portugal. Con costes de vida, en todos los casos mencionados, muy superiores a España.

Uno de los aspectos más tristes de todo este debate económico es que aquellos que se vanaglorian de defende lo público son precisamente los que lo hacen a medio y largo plazo insostenible. Nos gobiernan personas que nunca han creado una empresa ni generado un puesto de trabajo.

Las aportaciones que se realizan a la Seguridad Social por cada trabajador se fijan fundamentalmente por dos conceptos. Los tipos de cotización y las bases de cotización. Los tipos son un 29,90% por contingencias comunes, de los cuales el 6,30% lo aporta el trabajador y el 23,6% a cargo de la empresa. Y las bases (que se encuentran entre una base mínima y una máxima) van evolucionando cada año, dependiendo del salario y a su vez las indemnizaciones por finalización de contrato que vía judicial nos están incrementando los costes salariales.

Si se decidiera, como piden algunos agentes sociales, subir aún más los tipos de cotización, tendría un doble efecto negativo. Subir impuestos y costes de contratación, es decir, atacar el consumo y el empleo para conseguir una supuesta recaudación adicional

Subir los tipos tiene efectos sobre el coste del trabajador contratado, y puede incidir negativamente  como está demostrado en el empleo y el consumo.  Así nos va.

Me pregunto delante de estas actuaciones como es que nuestras organizaciones empresariales están ausentes sin afrontar de cara esta situación que nos lleva irremediablemente a la quiebra del sistema por la cada vez más difícil supervivencia de las empresas y negocios de este país.

Francesc Altarriba

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