Llega el departamento de la felicidad

08.04.2019 – CATERNEWS

Hablar de este departamento, el de felicidad, puede parecer sensacionalista e iluso, pero tiempo al tiempo que se muy probable que pueda ser el que complemente el área actual de Recursos Humanos, lugar en el que muchas empresas tienen una dificultad doble. Por un lado, los milenials no piensan en el puesto de trabajo como un fin en si mismo sino todo lo contrario: para ellos es una manera para conseguir un dinero para otros usos personales. Eso nos lleva a obtener de nuestro equipo, en un futuro muy próximo, una escasa implicación y, por supuesto en trabajos de baja y media remuneración, nada vocacional.

Por otro lado, hay una gran polarización acentuada en la sociedad. Hay un exceso de productividad y, en paralelo, automatización de todos los procesos. Esta tendencia se va a acelerar en los próximos años y para el empresario le va a suponer disponer de un cliente potencial con un nivel de renta muy limitado, y en consecuencia selectivo. Con ello, únicamente van a sobrevivir aquellos establecimientos que obtengan la excelencia, tanto en el producto como en el servicio.

Con una renta disponible cada vez más limitada, el cliente escoge a priori aquel establecimiento que le ofrece con total garantía la mayor relación calidad-precio, por lo que no hay segundas oportunidades para quien no acierte desde un inicio en, como decía, dando el mejor servicio.

Para ello es básico disponer de un equipo humano adecuado en la atención al cliente, que no vamos a poder fidelizarlo con una mejora de salario, al ser cada vez más difícil repercutir este coste en el precio final del producto. Así pues, salarios ajustados, poca motivación, no vocacionales, es un triángulo que nos lleva directamente a crear únicamente equipo profesional y funcional si se le ofrece felicidad en el lugar de trabajo.

Ello desemboca a la creación del departamento de felicidad. El primer paso es considerar a nuestro empleado como un cliente interno con todo lo que conlleva. Segundo, hay que estar siempre atentos a las señales que este emita para que su satisfacción sea la nuestra.

Solamente vamos a conseguir mantener e incrementar ventas en nuestro establecimiento con colaboradores que, aunque no realicen el Trabajo de su vida, sientan internamente que se les ha formado y que se les valora a nivel humano tanto como lo que se espera que ellos demuestren cada día. Recordemos que nuestra firma avanzará tanto por nuestro público objetivo como por nuestro personal a su servicio.

No perdamos más tiempo. Siempre acompañados del rigor imprescindible en toda organización, pero cuanto antes nos pongamos a transformar nuestro departamento de RRHH, más felices seremos todos.

Francesc Altarriba

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