Como siempre mis reflexiones obedecen a experiencias sufridas personalmente, ahora que tenemos demanda de producto nos encontramos con subidas espectaculares de precios e incluso con escasez de suministros.
Estan subiendo los precios de las materias primas, venimos de un periodo se supervivencia como nunca hemos vivido, y ahora nos encontramos con esta bruta subida de nuestros costes.
Alerta, puede ser nuestra oportunidad con una buena lectura o nuestra definitiva desaparición del mercado.
Esta locura del incremento en materias primas de forma drástica y repentina de debe a diferentes motivos. En enero del 2020 precisamente hubo una bajada importante del petróleo con todo lo que conlleva, y ahora se está volviendo a precios anteriores al Covid. Pero este análisis es parcial, si analizamos las cifras macroeconómicas en general, vemos que los precios están por encima del periodo pre-pandemia.
Las materias primas que están provocando este aumento de precios son principalmente los metales y los alimentos. Los metales el desajuste viene por el incremento de la demanda en la transición de energía verde y la eliminación de combustibles fósiles. Eso implica la subida espectacular de metales como el cobre y el zinc. Al igual nos ocurre con la madera y aquí si que directamente nos afecta al sector de la restauración.
La demanda de madera a nivel mundial está en máximos históricos, y ha coincidido en que los niveles de producción eran bajos por la misma pandemia, por lo que a corto es complicado suministrar con eficacia la demanda inmediata que solicita el mercado en auge. Cabe destacar el enorme repunte del cartón kraft debido a la gran tirada de venta on-line, así como la explosión del fenómeno de sustitución del envase de plástico por envases de cartón.
Los alimentos, especialmente los cereales, también están teniendo una evolución al alza. El caso es que hace ya muchos meses que se viene hablado del una rápida recuperación del consumo. Esto es un acicate perfecto para los especuladores, en un escenario de tipos de interés muy bajos o casi nulos, la tendencia es comprar materias primas a futuro que llegado el momento producido por la escasez y la obligatoriedad el consumo incrementarán el valor y con ello el precio. Otro factor de este incremento en alimentos es la poca predisposición de los grandes productores a incrementar aceleradamente su producción porque su escasez precisamente les beneficia con mejores precios de venta y mayor margen.
Otro factor importante relativamente nuevo que nos ayuda en esta nueva adaptación es la buena predisposición del consumidor a la subida de precios, este hecho ante no era bien asumido y ahora realza el principio de que la economía no sólo son hechos, sino estados de ánimo.
Y todo esto no tendrá otra salida que el aumento del,precio de venta de nuestros productos y servicios, la situación se irá regularizando y en el plazo de un año las cosas habrán vuelto a una relativa normalidad, los mercados tienden a estabilizarse a medio plazo.
Mientras tanto, habrá que estar muy atento y ser muy hábil en trasladar los aumentos en los costes hacia los clientes, pero sin perder cuotas de mercado, este es el gran reto a corto plazo que tenemos en nuestras manos. Sumamos mayor calidad en general todo lo que ofrecemos o nos será muy complicado la justificación de un mayor precio por contenido que sea.
Nuestro futuro no pasa por bajos costes sino por mayores calidades a precios justos.