Lideratge davant conjuntures dificils

01.04.2020 – CATERNEWS

Cada persona es un mundo en función de como le afecte una determinada situación general; esto ocurre en las guerras: sino te pilla en el frente puedes pasar por ella sin apenas enterarte. Pero otra cosa distinta son las consecuencias una vez finalizado el percance, hay oportunidades pero nunca para todos, solo para aquellos que primero sobreviven y segundo mantienen en buenas condiciones su estado de salud.

Esta misma situación ocurre con las empresas: No a todas les será posible salir de nuevo al mercado operando con garantías como hacían, quizás nunca más sea un como antes… Me refiero después de que la sociedad empiece a recuperarse de la crisis sanitaria a la que nos ha llevado la proliferación del COVID-19 y se sumerja a la crisis económica que todos los indicadores apuntan.

Esta crisis a la que nos enfrentamos, mejor que nos olvidemos de cual ha sido su inicio y por donde se nos ha colado, con que afrontemos que nuestra sociedad no era muy sostenible debemos comprender que un cambio estructural nos está llamando a la puerta. Un conflicto mundial implica soluciones a gran escala que aún no conocemos muy bien desde nuestro lugar en que se van a traducir realmente.

Ahora desde nuestra pequeña parcela nos toca reflexionar para poder salir al mercado lo menos mermados posible siendo la hora de actuar. Intentemos no perder el tiempo en lamentaciones para poder estar en la línea de salida lo mejor posicionados posible. Y debemos ser conscientes también de que algunos les será tristemente imposible y en este caso afrontarlo rápido para amortiguar al máximo la caída.

En primer lugar me permito la libertad de enumerar una serie de acciones que debemos realizar, a riesgo de que en el momento de esta lectura mi opinión ya puede estar desfasada a razón de los acontecimientos próximos.

Empresarialmente, lo primero es pesar en la tesorería, analizar las opciones de mantenerla a un nivel suficiente, esto es esencial para la supervivencia del negocio. Si necesitamos ayudas, ver si existen, tenemos acceso y aprovecharlas, siempre meditando a fondo si pedir crédito es factible de cara a su retorno, sin peligros para nuestro propio patrimonio que debemos preservar a toda costa.

También debemos pensar en el cliente, la parte mas humana es muy importante para seguir en el mercado. No vivimos de subvenciones sino del cliente. Pensando en esto debemos analizar cada caso de forma personalizada, como éste afronta el futuro y como le va. Pensar en ellos, hablar con ellos e incluso dudar con ellos. Debemos ser capaces de ofrecerles lo que realmente pueden esperar de la empresa que les provee dentro de la nueva situación. Ofrecer lo que realmente necesiten.

En tercer lugar es vital pensar en nuestro equipo humano, en las personas que forman nuestro equipo. Sin ellas es imposible la reanudación del sistema. Evaluar cómo reconvertir cada lugar de trabajo en función de su perfil y de su estado. Quizás no todos podrán incorporarse, pero si que son los que nos dan el valor añadido necesario para seguir vivos en el mercado futuro. Disponer de un buen equipo humano no es tarea fácil ni mucho menos posible a corto tiempo, los empresarios lo sabemos muy bien.

Vienen tiempos para una economía basada en el turismo como la nuestra muy difíciles; como colectivo debemos exigir ayudas porque sin ellas muchas empresas poco podrán remontar la situación si siguen con alquileres muy elevados, con créditos por inversiones altas e impuestos que se pueden aplazar pero nos dicen que debemos afrontar. Todo ello es un cóctel que si las autoridades no lo contemplan puede desembocar hacía un problema mucho más gordo, con el contra pronóstico de la inseguridad ciudadana o conflicto social que puede actuar de puntilla para un economía muy maltrecha ya de por sí.

De todas formas, son momentos de mantener la calma. Debemos pensar en nuestras capacidades, ver más allá de lo que vendemos y pensar en lo que sabemos hacer bien. En ser ágiles para poder aprovechar las nuevas oportunidades que siempre existen. En aprender de lo sucedido, en innovar si es posible y sobre todo en transmitir de nuevo confianza en mayúsculas a todos nuestros stakeholders. Y para ello una palabra: Liderazgo. No esconderse y afrontar sin miedos la nueva situación. Un abrazo a todos.

 

Francesc Altarriba

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