Adaptar-se per mantenir un equilibri bàsic

03.10.2016 – CATERNEWS

Adaptarse y equilibrio son dos conceptos muy importantes para nuestra actividad empresarial y me gustaría en este artículo comentar algunas reflexiones sobre ellos.

Para mantenerse estable en un mercado cada vez más competitivo y exigente debemos ser capaces de conseguir el equilibrio en nuestro establecimiento.

Equilibrio significa éxito, debemos poner todo nuestro empeño en conseguir llegar a ese equilibrio en la empresa, la verdad es que sólo cuando somos capaces de encontrarlo y organizarnos en base a un equilibrio general podemos estar tranquilos. Aplicado al modelo de negocio es imprescindible identificar que tipo de establecimiento somos y queremos ser en un futuro inmediato. Sabemos muy bien que si vendemos de todo y el cliente no nos identifica con algo concreto no funciona, la imagen que transmitimos es vital para no confundir al mercado y hacernos con una parte del mismo. A esto le llamamos especialización.

Pero vemos que el mercado evoluciona constantemente y quizás incluso de forma muy rápida, amenazando el equilibrio que tanto esfuerzo nos ha costado conseguir. Observar siempre con mirada crítica y humildad es hoy un valor del directivo moderno. Por ello sólo se mantendrán y crecerán los que se adapten a un entorno cambiante y sepan dentro de este movimiento mantener y actualizar su propio equilibrio empresarial.

Este binomio difícil de mantener entre equilibrio y adaptación al cambio nos obliga a ser realmente profesionales y a rodearnos de un equipo de directivos reducido, cuanto menos jefes mejor. La organización piramidal es historia y a mi entender cuando más plana sea una organización mucho mejor. Muchos directivos actuales se pasan más tiempo controlando la miseria, vigilando no pasarse en un euro del presupuesto que mejorando constantemente el producto y el servicio, de ellos debemos exigir creatividad y ofrecer valor a la organización. Cada trabajador debe sentirse empresario de su parcela de actividad. Adecuar constantemente el negocio buscando diferenciación, calidad e innovación. Hay que centrase en aquello que nos ofrece una ventaja competitiva y huir de todo aquello donde no la tenemos.

Debemos saber que lo que nos hizo tener éxito en el pasado no nos servirá para el futuro, hay que regenerar continuamente la estrategia, nuestros competidores puede que lo hagan y aparte de inteligentes pueden llegar a ser incluso letales sin piedad. Dormirse en los laureles nos puede hacer llegar tarde al cambio y darnos cuenta que ni podemos ni sabemos luego cómo hacerlo.

Invertir en capital humano es imprescindible pero también peligroso, debemos apartarnos de los malos directivos, que suelen ser aquellos que piensan que la información es poder y se la guardan para ellos sin dar a la organización la transparencia que los tiempos requieren. Una empresa, un negocio es la suma de varios factores y secretos valiosos por si solos casi ninguno.

Como siempre aplicado al pan este letargo y poca profesionalidad empresarial nos ha llevado a un mínimo consumo de producto, de los más bajos de Europa y con ello poner en peligro a todo un sector de la economía. Si nos cargamos el mercado es imposible luego pelearse por una parte del mismo, es imprescindible saber que debemos ser muchos y no pocos los que seamos cada día más profesionales y con ello defender la libre competencia que nos obliga a ser mejores.

La planificación a largo y medio plazo ha muerto, hoy estos cambios tan rápidos ofrecen peligros para los mediocres pero muchas oportunidades a los nuevos talentos… De nosotros depende estar en el lado adecuado y seguir creciendo, como empresarios y como personas.

Francesc Altarriba

Els comentaris estan tancats.