02.03.2016 – CATERNEWS
Avanzamos cada día por poco que hagamos, muchas veces nuestra sensación nos inclina a pensar que poco cambian las cosas, pero cierto es que por quietos que estemos nosotros, nuestro entorno se mueve y cada cual a su ritmo pero es importante no quedarse muy atrás.
Debemos asumir riesgos, para meter goles hay que chutar, hay que delegar y establecer sistemas sencillos de dirección por objetivos, los cuales deben ser simples, medibles y sobretodo conseguibles.
La mayoría de directivos perdemos la mitad de nuestro tiempo en cosas que no sirven para nada, es cierto que las gestiones deben ser profesionales, pero debemos desconfiar de las cosas muy complejas ya que la gran dificultad consiste en hacer simple lo complejo. Debemos ver el fondo y un buen directivo es aquel que identifica pronto la esencia del negocio, sabe cómo dirigir para avanzar en la dirección marcada sin perderse por los caminos que se abren y nos confunden. Todos sabemos que la mayoría de balances son como mínimo inciertos, las empresas que ganan dinero los falsean para no pagar impuestos y los que lo pierden hacen lo mismo para seguir contando con la confianza de los bancos y no les corten las líneas de financiación.
La mayoría de empresas cuando fracasan es por su incapacidad para escapar del pasado y de saber inventar el futuro inmediato, cabe recordar que aquello que hicimos en el pasado y nos llevó al éxito no nos vale para el futuro, hay que regenerar constantemente la estrategia porque nuestra competencia que son inteligentes lo hacen y nos pueden apartar del mercado.
Como siempre traslado mis reflexiones empresariales al mundo del pan, en toda empresa de restauración debemos adecuar constantemente el negocio buscando personalidad, podemos llegar a ella en base a innovación y diferenciación sin olvidar siempre la calidad. El pan es una herramienta que bien resuelta en nuestro establecimiento nos ofrece ventajas competitivas, debemos recordar que quién así no lo entienda con este producto en pocos años se quedará fuera del mercado. Debemos invertir en formación de producto, en utilidad del mismo y en saber manipularlo con éxito de forma fácil y adecuada a nuestras necesidades que previamente habremos identificado. Y por cierto no olvidemos formar también a nuestro directivo de compras, si no se sabe en alimentación lo que uno compra se puede lentamente o muy lentamente seguir hundiéndose.
Francesc Altarriba